No hay nadie más frágil y delicado que un bebé recién nacido. Traerlo a casa no solo requiere de muchas atenciones, sino también conlleva implementar ciertas medidas de seguridad para darle la máxima protección al bebé y evitar accidentes. Aquí te contamos qué aspectos deberías tener en cuenta.
- Protégelo mientras duerme
El sitio donde duerme tu bebé debe estar firme a nivel de las barandas y colchón. Fíjate que no haya espacios entre el borde el colchón y el cerco de la cuna, además que la sábana esté bien ajustada al colchón. Asimismo, durante los primeros 6 meses, ubica su cuna o moisés en la misma habitación donde duermes y cerca de tu cama. Nunca lo pongas a dormir en tu misma cama ya que podrías quedarte dormida encima de él.
- Aléjalos de objetos
Es probable que el bebé cuente con muchos juguetes, sonajas, peluches o mantas, pero asegúrate de dejarlos fuera de su alcance, ni siquiera en las barandas, ya que podrían jalarlos y cubrir sus caritas con ellos, impidiendo su respiración.
- No los dejes solos en superficies altas
Por más mínimo que sea el tiempo, evita dejarlos solos sobre la cama, cambiador, mesa o cualquier superficie que sea más alta que el piso ya que podría voltearse rápidamente y caer. Para ello, antes de proceder a cambiarlo, asegúrate de tener todo a la mano (pañales, talco, etc.) y de esta manera no tendrás que dejarlo. Asimismo, coloca su cambiador pegado a la pared, y nunca pegado a la ventana.
- Establece reglas para los visitantes
Un recién nacido acerca a los familiares y amigos por lo que las visitas pueden ser más constantes. No bajes la guardia y asegúrate de que todas las personas se laven las manos antes de cargar o tocar a tu bebé para que no transmitan bacterias. Asimismo, envuelve a tu bebé en una tela o manta para que no apoyen tu bebé directamente en la ropa que los visitantes están usando. Si uno de ellos tiene el mínimo síntoma de gripe u otra enfermedad contagiosa, invítalos a postergar su visita.
- Toma precauciones al bañarlo
Antes de bañarlo, asegúrate de limpiar la tina o superficie donde lo apoyarás. Asimismo, antes de ingresar al bebé al agua, limpia la zona del pañal. El agua que utilices debe tener la temperatura que tu pediatra recomiende para tu bebé. Ten todo a la mano antes del baño: toalla, jabón y ropa de cambio. Si no tienes experiencia bañando a un bebé, no dudes en pedir ayuda.
