Las vacaciones y el verano son la excusa perfecta para llevar a los niños a que se diviertan en la piscina. Aunque es una refrescante manera de disfrutar en familia, debes tomar ciertas precauciones para salvaguardar su seguridad. Aquí te comentamos cómo puede protegerlos:
- Un adulto siempre debe acompañarlo
En el caso que la piscina sea profunda y cubra al niño, un adulto debe ingresar con él para protegerlo. Si el niño sabe nadar, deberás vigilarlo ya que podría tropezarse o ser empujado por otras personas accidentalmente. Opta siempre por las piscinas ‘pateras’ que tienen poca profundidad para los más pequeños, pero no los pierdas de vista.
- Protégelos con flotadores a su medida
Puedes colocarles mangas o un chaleco flotador que sea de su tamaño para que se sienta cómodo y evite salirse.
- Menciónales las zonas peligrosas
Parte de su protección es comentarles a tus niños las zonas con mayor riego, tales como los bordes, escaleras, toboganes y escaleras de la piscina. Deben aprender que no deben correr cerca de estas zonas
- Ten cuidado con las comidas
Evita que ingresen a la piscina inmediatamente después de comer. Deben conocer que la digestión es importante para que puedan divertirse sin problemas.
- Dales pautas de cómo ingresar a la piscina
Por la energía que tienen, muchos niños se lanzan de barriga a la piscina, corriendo el riesgo de lastimarse. Enséñales la forma correcta de ingresar a la piscina.
- Controla sus juegos
Evita que jueguen o compitan por quién aguanta más debajo del agua, o juegos similares que presentan un gran riesgo. Asimismo, si existen toboganes, asegúrate que un adulto esté supervisando la entrada y salida de estos para evitar atropellos o empujones.
- La protección solar debe estar presente
Media hora antes y durante su estancia en la piscina, debes asegurarte que el niño tenga bloqueador en toda su piel expuesta. Asegúrate que tenga el filtro solar suficiente para su sensible piel.